La principal actividad económica de la Nueva España era la minería.
La Casa de Contratación de Sevilla, creada en 1503, regulaba el intercambio comercial entre España y sus colonias. Mientras que los consulados regulaban el comercio regional novohispano. Fue cancelada por las Reformas Borbónicas.
La Encomienda se encargaba de repartir tierras y evangelizar a la población indígena.
Hubo una existencia de una sociedad de castas que se basa en la raza de las personas.
También se aplicaron, las aduanas en puertos y el cobro de alcabalas y hasta el "Quinto Real", un impuesto que le quitaba la quinta parte de las ganancias sobre actividades productivas a las colonias y dado a la Corona.
La Encomienta, la esclavitud y el Repartimiento, fueron variantes del trabajo forzado para explotar a sectores oprimidos en la sociedad novohispana.
La Encomienda recompensó a los conquistadores y a sus descendientes por haber dado a España las colonias.
La Encomienda consistía en otorgar tierras de cultivo para el encomendero, teniendo a indígenas trabajando para él toda su vida.
El encomendero tenía que promover la evangelización de los indios encomendados.
El Repartimiento era similar a la Encomienda, solo que temporal.
La Corona Española se enriquecía a partir de 4 mecanismos: Control monopólico de las actividades productivas, sistema administrativo de la economía colonial, explotación de la fuerza de trabajo y el mestizaje y la sociedad de castas.