El conflicto mental que se le plantea al hombre entre sus instintos (libido) y la moralidad o las leyes de la comunidad, o entre los tres niveles de psiquismo de aquel (yo, super-yo y ello), reprimen en el sujeto a nivel inconsciente, impulsos y complejos, que pujan por emerger al mundo consciente, de modo que todos los actos, incluidos los delictivos, son respuestas sustitutivas o comportamientos simbólicos que expresan la realidad del inconsciente, las ideas, tendencias y sentimientos reprimidos.