Teoría Cognitiva del Desarrollo Moral y Cognitivo

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  • Desde la teoría cognitiva, se afirma que el comportamiento humano se rige por claves mucho más complejas y organizadas que las planteadas por el conductismo, toda vez que, el hombre no es una máquina de reflejos y hábitos, ni su conducta puede explicarse como una simple concatenación de estímulos y respuestas.
  • La última ratio de la acción humana es inseparable de ciertos procesos mentales, el individuo actúa influenciado por sus percepciones, así como por las representaciones del mundo en el que vive, por sus propios valores y normas, en suma, por su contexto subjetivo.
  • La realidad, como se ha comentado, no es lo que el individuo vivecia.
  • Los procesos cognitivos son importantes determinantes internos de la conducta.
  • Los determinantes internos de la conducta no son vivencias pasadas ni fuerzas ocultas que dormitan en el inconsciente, tampoco rasgos de la personalidad; son factores condicionantes de la conducta actual, de incuestionable relevancia etiológica-causal.
  • La Psicología de la Gestalt sostiene que todo fenómeno psíquico es una unidad inescindible, una fusión del mundo psíquico, un complejo o estructura (Gestalt) que no puede descomponerse analíticamente sin perder su esencia.
  • Según la teoría del Desarrollo Moral y Cognitivo, el individuo desarrolla su capacidad de razonar a lo largo de un proceso en el que se pueden distinguir una serie de etapas o estadios, que se inician con el nacimiento y culminan a los 12 o 13 años; un proceso de evolución en el que cada uno de sus momentos, va matizando el grado de desarrollo moral del individuo y las características singulares de su razonamiento y sus respuestas.
  • La Psicología Humanista sostiene que la infracción de una norma jurídica, de facto, puede significar el rechazo de los valores sociales que dicha norma simboliza tutela.
  • Por ello son muchas las corrientes criminológicas que acentúan el valor "expresivo" de la conducta criminal, atribuyendo la misma una función simbólica el delito refleja los particulares valores del criminal, del subgrupo al que éste pertenece; encarnando en todo caso, una actitud de rebeldía y rechazo intencionado hacia los de la sociedad oficial, hacia los valores dominantes.