El microscopio óptico consta de una serie de lentes convergentes (ocular y objetivo), y requiere de un haz de luz brillante que se proyecta sobre la muestra y la preparación de una muestra que permita que la luz la pueda atravesar.
El poder de resolución, que es la distancia mínima a la cual dos puntos se ven separados, normalmente en
el ojo humano es de 0,23 mm, en el microscopio óptico es de 0.2 micras, es decir 1000 veces mejor.