T44 neurofi.

• Los sentidos químicos son los más antiguos y tienen una menor cantidad de capas en las áreas de la corteza relacionadas con el olfato y el gusto
• Los receptores del olfato y del gusto son quimiorreceptores que responden a estímulos químicos y los convierten en señales eléctricas
• El olfato y el gusto son importantes para la adaptación y supervivencia del individuo en su entorno
• El sentido del olfato en los seres humanos es menos agudo que en otros animales debido a su menor importancia evolutiva y menor proporción de epitelio olfatorio
• El olfato está relacionado con el sistema límbico y la regulación vegetativa, asociado a recuerdos y emociones
• La detección del olfato se basa en moléculas odoríferas que interactúan con neuronas olfatorias receptoras
• Las sustancias odoríferas pueden ser volátiles o disueltas en agua, y se unen a receptores olfatorios por sus características estructurales específicas
• El epitelio olfatorio humano tiene 6 millones de células nerviosas y está formado por células de soporte, basales y olfatorias, con glándulas de Bowman que producen moco
• Existen alrededor de 400 receptores diferentes para los olores, pero la percepción del olor es una combinación de la activación de estos receptores
• La transducción de los olores implica la apertura de canales y la despolarización de la célula mediante proteínas G y AMPc como segundo mensajero
• En el bulbo olfatorio, las neuronas olfatorias hacen sinapsis con células mitrales y en penacho, formando el nervio olfatorio que lleva la información a la corteza
• Las diferentes combinaciones de glomérulos activados en el bulbo olfatorio generan un código para percibir diferentes olores
• La información olfatoria puede llegar al córtex olfatorio primario en el lóbulo temporal
• La información olfativa va primero al bulbo olfatorio, luego a la corteza piriforme y entorrinal, y finalmente a la amígdala
• La amígdala está relacionada con el hipotálamo y la formación reticular, participando en respuestas fisiológicas ante un olor
• La información olfativa se integra en la corteza orbitofrontal, donde se relaciona con lo aprendido y lo emocionalmente significativo del olor
• Los olores detectados por el olfato humano corresponden a una mezcla de sustancias químicas interpretadas como un objeto concreto
• Los receptores del olfato se adaptan fácilmente a pesar de la persistencia del estímulo, debido a la disminución de la actividad de la adenilato ciclasa por la entrada de calcio y sodio
• Se han definido 5 sabores principales: dulce, amargo, salado, ácido y umami
• Los receptores del gusto se encuentran en las papilas gustativas de la lengua, que se renuevan cada 10 días
• La transducción de los sabores se realiza a través de 5 tipos de células receptoras, una para cada sabor
• Las vías nerviosas del gusto van desde la célula receptora hasta el bulbo raquídeo, luego al tálamo y finalmente a la corteza gustativa
• En el procesamiento del gusto se compara la información de múltiples células gustativas y se relaciona con la información olfatoria para percibir el gusto
• Existe una proyección extratalámica desde el núcleo del tracto solitario hasta el sistema límbico, relacionada con la sensación afectiva del gusto