El rasgo más destacado de las aves es su adaptación al vuelo en todo tipo de ambientes.
Tiene cuatro extremidades: las anteriores son alas, aunque a veces no sirven para volar; las posteriores tienen forma de patas y con ellas se posan, nadan, andan o sujetan a sus presas.
En la cabeza hay un pico córneo sin dientes.
Las alas disponen de grandes y fuertes plumas.
La cola sirve de timón: controla la dirección del vuelo.
La respiración de las aves es pulmonar y disponen de sacos aéreos.
Su alimentación es muy variada: algunas son omnívoras, pero también las hay granívoras, insectívoras, frugívoras, nectarívoras, piscívoras y filtradoras.
La fecundación es interna y son ovíparas. Incuban sus huevos.