Distintos estudios desde Bergman en 1779 hasta los estudios de Culkin en 1965 y Millero en 1982 terminan concluyendo que la composición del agua de mar es prácticamente constante en todos los océanos del mundo
Es posible caracterizar la composición del agua de mar mediante la determinación de un único elemento de comportamiento conservativo y fácilmente medible, que es la clorinidad