La primera expedición, llevada a cabo en el teatro de operaciones sur peruano, no cumplió su objetivo estratégico, ya que su general en jefe, el almirante Manuel Blanco Encalada, llegó a un acuerdo con Santa Cruz, firmando el Tratado de Paucarpata, cuyos términos eran absolutamente incompatibles con el objetivo político y estratégico que había establecido el gobierno