Anexo 1

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  • Lavado de material
    Las buenas prácticas de laboratorio exigen el uso de piezas de vidrio limpias, dado que, aunque se tomen los mayores recaudos al completar los procesos, el empleo de instrumentos de vidrio sucios puede arrojar resultados erróneos. En todo momento, resulta fundamental que el material de vidrio se encuentre física y químicamente limpio y, en muchos casos, debe estar estéril. El material no debe tener ningún residuo de grasa. La grasa y otros materiales contaminantes impiden que se pueda humedecer el vidrio de forma uniforme. A su vez, esto altera el volumen de residuo que se adhiere a las paredes del recipiente de vidrio y, por lo tanto, afecta el volumen del líquido medido o suministrado. Además, en el caso de las pipetas y buretas, se distorsiona el menisco y no se pueden realizar los ajustes correctos. Es posible que la presencia de pequeñas cantidades de impurezas también altere el menisco.
  • Limpieza de artículos de vidrio PYREX®
    Es importante lavar el material de vidrio tan rápido como sea posible después de su uso. Cuanto más tiempo permanezca sucio, más difícil resultará limpiarlo. Si no es posible realizar una limpieza profunda de inmediato, desarme el material de vidrio y déjelo reposar en agua. Esto es muy importante en tapones y válvulas de vidrio esmerilado. Si no se limpian de forma inmediata, quizás sea imposible eliminar el residuo más tarde.Se recomienda su enjuague con agua del grifo hasta eliminar toda la suciedad. Luego utilice una solución de agua jabonosa al 2%, el jabón debe ser neutro, posteriormente enjuague con agua corriente, seguido de agua destilada y puede utilizar acetona o alcohol para eliminar restos de grasa.
  • Limpieza de pipetas serológicas PYREX
    Después de su uso, las pipetas serológicas se deben enjuagar minuciosamente con agua de grifo, agua destilada y posteriormente alcohol o acetona. Luego, se deben secar por aspiración. (No sople aire dentro de las pipetas, dado que esto condensará la humedad en el interior de las mismas). Se debe emplear una solución de limpieza para remover partículas de sangre coagulada o suciedad. En algunos casos será suficiente un tipo de solución, mientras que otros casos requerirán un agente de limpieza más potente. Se recomienda llenar la pipeta con la solución de limpieza y dejarla reposar durante la noche. Se puede utilizar hipoclorito de sodio (lejía para ropa) o detergente. El peróxido de hidrógeno también resulta útil. En los casos difíciles, se puede emplear ácido nítrico concentrado. Quizás sea necesario aflojar algunas partículas con un alambre fino o hilo metálico. Tenga cuidado de no rayar el interior de la pipeta.