Se absorben pobremente por la piel en humanos, mientras que en insectos lo hacen muy eficazmente. Se distribuyen en hígado, estómago, intestino, tejidos adiposos y riñones, aunque no se ha observado bioacumulación. Se metabolizan rápidamente por escisión, hidroxilación y conjugación de ésteres. Los metabolitos se eliminan en orina con una excresión máxima entre 8 y 24 h