El conocimiento del desarrollo normal y de las causas de las malformaciones congénitas es necesario para que embriones y fetos tengan las mayores posibilidades de desarrollarse normalmente
Los médicos y otros profesionales asistenciales que conocen las malformaciones congénitas más frecuentes y sus fundamentos embriológicos pueden abordar las situaciones excepcionales con confianza, más que con sorpresa
Los egipcios de la Antigüedad (aproximadamente, 3000 a.C.) conocían métodos para incubar los huevos de los pájaros, pero no dejaron constancia escrita de ello
Akenatón (Amenofis IV) adoraba al dios sol Atón como creador del germen en la mujer, de las semillas en el hombre y de la vida del hijo de ambos en el cuerpo de la madre
Aristóteles propuso la idea de que el embrión se desarrollaba a partir de una masa informe que describió como «una semilla primordial con un alma nutritiva y con todas las partes del cuerpo»
Claudio Galeno describió el desarrollo y la nutrición de los fetos, así como las estructuras que en la actualidad denominamos alantoides, amnios y placenta
Los eruditos del Talmud consideraban que los huesos y tendones, las uñas, la «médula» de la cabeza y el blanco de los ojos procedían del padre, mientras que la piel, la carne, la sangre y el pelo procedían de la madre
En el Corán se cita que el ser humano procede de una mezcla de secreciones del hombre y la mujer, y que el organismo resultante queda asentado en el útero como si fuera una semilla, 6 días después de su creación
Constantino el Africano de Salerno describía la composición y el desarrollo secuencial del embrión en relación con los planetas y con cada mes a lo largo del embarazo
Leonardo da Vinci realizó dibujos de gran precisión correspondientes a disecciones de úteros gestantes e introdujo el método cuantitativo en la embriología al efectuar mediciones del crecimiento prenatal
William Harvey consideraba que, tras introducirse en el útero, los espermatozoides masculinos (la semilla) se transformaban en una sustancia similar a un huevo a partir de la que se desarrollaba el embrión
Caspar Friedrich Wolff propuso el concepto de las capas, según el cual la división del cigoto daba lugar a la aparición de capas de células a partir de las cuales se desarrollaba el embrión
Karl Ernst von Baer describió el ovocito en el folículo ovárico de una perra en 1827 y observó la segmentación de los cigotos en la trompa uterina y de los blastocistos en el útero
Wilhelm His desarrolló una serie de mejoras en las técnicas de fijación, corte y tinción de los tejidos, y también en los métodos para la reconstrucción de embriones